En 1814 hicimos un pequeño viaje
Junto al coronel Jackson por el poderoso Mississippi
Comimos un poco de tocino y un poco de frijoles
Luchamos contra los malditos británicos en la ciudad de Nueva Orleans
Disparamos nuestras armas y los británicos siguieron viniendo
No había tantos como los había hace un tiempo
Disparamos una vez más y empezaron a correr
Por el Mississippi hasta el Golfo de México
Entonces miramos río abajo y vimos venir a los británicos
Y debe haber habido un centenar de ellos golpeando el tambor
Venían marchando a paso alto y comenzaron a cantar
Nos paramos junto a nuestros fardos de algodón y no dijimos una palabra
Disparamos nuestras armas y los británicos siguieron viniendo
No había tantos como los había hace un tiempo
Disparamos una vez más y empezaron a correr
Por el Mississippi hasta el Golfo de México
Sí, corrieron a través de los arbustos y corrieron a través de las zarzas
Y corrieron a través de los matorrales donde los conejos no podían ir
Corrieron tan rápido que los sabuesos no pudieron atraparlos
Por el Mississippi hasta el Golfo de México
Así que disparamos nuestro cañón hasta que el barril se derritió
Y agarramos un caimán y peleamos otro round
Le llenamos la cabeza con una bala de cañón y le llenamos el trasero de pólvora
Y cuando encendimos la pólvora, el caimán perdió la cabeza
Disparamos nuestras armas y los británicos siguieron viniendo
No había tantos como los había hace un tiempo
Disparamos una vez más y empezaron a correr
Por el Mississippi hasta el Golfo de México
Sí, corrieron a través de los arbustos y corrieron a través de las zarzas
Y corrieron a través de los matorrales donde los conejos no podían ir
Oh le dimos papapa, papapa, papapa
Por el Mississippi hasta el Golfo de México
Disparamos nuestras armas y los británicos siguieron viniendo
No había tantos como los había hace un tiempo
Disparamos una vez más y empezaron a correr
Por el Mississippi hasta el Golfo de México
Sí, corrieron a través de los arbustos y corrieron a través de las zarzas
Y corrieron a través de los matorrales donde los conejos no podían ir
Corrieron tan rápido que los sabuesos no pudieron atraparlos
Por el Mississippi hasta el Golfo de México