Un rey estaba en el trono esculpido
Los vestíbulos de roca con numerosos pilares
Con techo de oro y suelos de plata
La puerta ornadas de runas poderosas
La luz del sol, y estrellas, y la luna
Sobre una luminosa lámpara de cristal cavado
Nunca opacada por las nuves o sombra de la noche
Para siempre brillaba imparcial y luminosa
El mundo es gris, las montañas viejas
Frío como las cenizas está la forja
Ninguna harpe retorcía, ningun martillo caé
Los vestibulos de Durin estan habitados por la oscuridad
La sombra se sierne sobre su tumba
En Moria, en Khazad-Dum
Pero todavía la estrella submergida aparece
En la sombra sin viento de Mirrormere
Ahí está su corona en el agua profunda
Hasta que Durin se despierta de nuevos