La espada que blando
Es negra como la noche
Negra como mi corazón desalmado
Carga con el peso
De muchas vidas
Pero no siento remordimiento
Presté mi espada
A cualquiera
Dispuesto a pagar el precio
No me arrepiento de
lo que he hecho
Una vida de mercenario
Pero allí estaba
En el campo de batalla
Hasta que sentí las fauces de la muerte
Cortar en mi carne
Defendiéndome, viejo y débil
Pero no me retiré
Ahora, aquí yazco
En mi propia sangre
Y extraños lloran por mí
Estoy preparado para encontrarme con los dioses
Desearía que me dejaran en paz
No merezco
Su simpatía
Yo sé quién soy
Mi alma es muerte y miseria
Soy un hombre malvado
Descanso en mi sangre
Pronto enfrentaré a los dioses
Extraños lloran por mí
Desearía que me dejaran en paz
No mostréis simpatía
No derraméis lágrimas por mí
Yo sé quién soy
Soy un hombre malvado
Yo sé quién soy
Soy un hombre malvado