A veces, las cosas que quiero
parecen estar tan lejos...
empujo, tiro, lloro...
Pero cada vez que me dan lo que necesito
alzo las manos al cielo,
sin estar seguro de quién me ve llorar,
chillo, grito, peleo
pero se me olvida desistir.
Las tormentas de por la noche en mi corazón,
se evaporan con la luz del día.
Sale el sol,
mis temores disminuyen y todo está bien.
Las tormentas de por la noche en mi corazón,
se evaporan con la luz del día.
Sale el sol,
mis temores disminuyen y todo está bien.
Cuando no veo pasar el día
no puedo ver qué hay en mí,
ruego, suplico, trato
para saber, por dentro, que también esto pasará
Las tormentas de por la noche en mi corazón,
se evaporan con la luz del día.
Sale el sol,
mis temores disminuyen y todo está bien.
Las tormentas en mi corazón no me asustan
porque sé que no me persiguen,
se alza mi fe
mis temores disminuyen y yo estoy bien.
Las tormentas de por la noche en mi corazón,
se evaporan con la luz del día.
Sale el sol,
se aplacan mis temores y todo está bien.
Las tormentas en mi corazón no me asustan
porque sé que no me persiguen.
Se alza mi fe
mis temores disminuyen y yo estoy bien.