Ella tiene ojos
que saben mis secretos,
todas mis victorias y todas mis derrotas.
Ella tiene manos
que esconden el mundo entero
y yo moriría por esos abrazos.
ESTRIBILLO:
Dios, yo no necesito nada más,
mientras esté vivo bajo el cielo,
un lecho caliente y unos ojos que conozco.
Dios, envía los angeles del cielo,
ella no volverá,
cuídala del mal,
ella no tiene a nadie.
Ella tiene los labios
ricos como fresa madura
que nadie besa, sólo yo.
Estribillo:
Dios, yo no necesito nada más...