No tiene nada de malo si queremos cambiar,
si buscamos algo mejor que hacer.
Te presento a mi madre, ella quería cambiar.
Así un día le eché las cartas y empezó a volar
y cantar... esa música dulce
que en el pasado la hizo soñar.
No hay nada de extraño lo que amamos y queremos,
y desde siempre la serpiente le ganó una Adán.
Yo conozco a mi padre, el quería cambiar.
Así un día se quitó los zapatos y empezó a volar
y cantar... esa música dulce
que en el pasado lo hizo cambiar.
Hay una razón de ser
y una razón para vivir.
Es la razón más simple... que hay.
Pero ya no sabemos escoger.
No sabemos decidir,
ni siquiera qué defender... y de qué.
Cada mujer tiene un secreto,
tiene un amor malgastado
que emerge y devora su corazón enfermo.
Es sincero... el secreto
es esa música dulce
que en el pasado la hizo soñar
y que ahora no sirve en absoluto para nada.
Y si alguna vez hubo amor.
Ah, si alguna vez hubo amor.
Oh, si alguna vez hubo amor
tuve que matarlo.
Tuve que matarlo.