Dormías medio agarrada a mi brazo,
ha sonado un claxon de coche atascado,
has abierto un ojo perezoso y callado
y has vuelto a tu sueño privado.
Subía el café y nos he recordado
bailando en una playa con sombreros mejicanos;
la cara que ponías al ir dando vueltas
creo que era de felicidad,
creo que era de felicidad.
De momento no te reiré más las gracias;
por una vez he entendido lo que hace falta.
Hasta luego, que me borro del mapa
para perpetrar en la sombra un gran plan quinquenal.
Oigo que te despiertas y te vengo a buscar,
"Nena, tienes café. ¿Quieres que te tueste pan?"
En el periódico, nada demasiado estimulante.
Poco a poco ya te vas despertando.
Y fumas mirando los coches pasar,
te entregas al aire denso del vecindario.
Pienso en proponer que bajemos al faro.
¡Yo que nunca he sido hombre de mar!
¡Yo que nunca he sido hombre de mar!
El primer año, compraré una corbata bien larga,
estampada con colores crudos.
Y el segundo, los mejores profesores europeos
me enseñarán a hacer el nudo.
Para el tercero, guardo la antología
de grandes octosílabos que hablan de ti.
Y para el cuatro, la edición limitada forrada con terciopelo.
Y el quinto nos cruzaremos por el Ensanche1
y pediremos mesa en un bar de menús.
Sacaré pecho, enseñando la corbata
y, entonces, bonita, dependerá de ti.
Y el quinto nos cruzaremos por el Ensanche
y pediremos mesa en un bar de menús.
Sacaré pecho, enseñando la corbata
y, entonces, bonita, dependerá de ti.
Y, entonces, todo dependerá de ti.
1. El Ensanche (en catalán Eixample) es el nombre de un distrito de Barcelona, que ocupa la parte central de la ciudad