Y no bastan las sonrisas
para calmar mis penas.
Estos besos están mudos,
nunca me quemarán.
Nuestros intercambios de ideas
son monólogos paralelos.
Gente que habla detrás de un vidrio.
Palabras que no entenderé.
Somos hijos de una madre impulsiva
que ha generado sólo hijos sordos.
Ya no conversamos.
Derramamos solamente
realidades indiferentes.