Heimdall otea el este
Una vela ha captado su atención
Levanta su mano y hace sonar el cuerno
El ejército no-muerto ha llegado
Aquí llega Naglfar
Con el hijo de Laufey a bordo
Él trae caos, odio e ira
Trae la guerra que acabará con todas las guerras
Heimdall conoce su destino
El fin de todos los nueve mundos
Es lo que la Vala ha previsto
Él sabe que todo debe arder
Enfrentando la traición de Loki1
Ahora, por fin se encuentran
El campeón y su enemigo
En las llanuras de Vígríðr encontrarán la derrota
Sus espadas se encuentran en un poderoso choque
Suenan gritos de guerra, los cuernos retumban
Sus impacientes armas fustigan y golpean
Este día en que todo debe acabar
Los señores de la guerra son igual de fuertes
Esta batalla frenética y desamparada
Las espadas cantan una macabra canción
Este día en que todo debe acabar
La hoja de Heimdall muerde ardientemente afilada
Mientras corta la carne y el hueso
La sangre borbotea de la herida
Al tiempo que la cabeza de Loki cae tambaleándose,
rodando, al ardiente suelo
1. En varios poemas de la Edda poética (estrofa 2 de Lokasenna, estrofa 41 de Hyndluljóð, y estrofa 26 de Fjölsvinnsmál), y secciones de la Edda prosaica (Capítulo 32 del Gylfaginning, estrofa 8 de Haustlöng, y estrofa 1 de Þórsdrápa) Loki es referido como Loptr, que generalmente se considera derivado del nórdico antiguo lopt, "aire", y por lo tanto señala su asociación con el aire.