Trabajar desde las siete hasta las once cada noche, realmente me es un pesado lastre, no creo que eso esté bien.
En realidad he sido el mejor, el mejor de los tontos, pero hice lo que pude, porque te amo, nena, cuánto te amo, querida, cuánto te amo, nena, mi amada, pequeña.
Pero nena, desde que estoy amándote, sí, mi perturbada mente está por colapsar, oh sí.
Todos tratan de decirme que no significas nada bueno para mí.
He tratado, ¡Señor!, déjame decirte, déjame decirte, que... realmente hice cuanto pude.
Trabajar desde las siete hasta las once todas las noches se me ha vuelto un pesado lastre, lastre, lastre...¡Señor!, sabes que eso no está bien, no.
¡Desde que estoy amándote! mi perturbada mente está por colapsar.
Estoy llorando. Oh, mis lágrimas caen como lluvia. ¿No las oyes?¿No las oyes caer?!.¿No las oyes, ¿no las escuchas caer?.
Recuerda, mamá, cuando te toqué a tu puerta, saliste y me dijiste que no querías verme más.
Abrí mi puerta de enfrente y me cerraste la de atrás. Debes tener alguna nueva atrás en la que a otros dejes entrar.
Trabajar desde las siete, siete, siete hasta las once cada noche ha vuelto a mi vida un pesar, un pesar, pesar, ah... sí, un pesado lastre.
Nena, desde que estoy amándote, estoy a punto de perder, a punto de perder, perder mi perturbada mente.
¡Ah...!
Desde que estoy amándote, mi perturbada mente está por colapsar.